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LAS DULCES HERMANAS PANAGIOTIS

Actualizado: 4 mar 2021


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Pasar una tarde con Elena, Efrosina y Eli en la fábrica de masas y postres orientales de la calle Castillo te deja la panza llena y el corazón contento. Conocerlas y verlas trabajar sin pausa y con alegría, cada una en sus tareas, sin duda fue una experiencia muy especial. Las tres hermanas son hijas del griego Panagiotis Andreu. Catador de aceite de oliva en Grecia, emigró a la Argentina con 38 años. Acá se casó con Amalia, a quien conoció en el barrio, e incursionó en la gastronomía y en la fabricación de la masa filo. Abrió la fábrica en 1965, y es, aún hoy, la única fábrica argentina de productos griegos. La comunidad griega en Argentina no es muy grande, pero conserva sus costumbres y tradiciones bien arraigadas. En Panagiotis todo se prepara artesanalmente, incluyendo la masa filo, un arte en sí mismo. Originaria de Grecia, esta masa noble y liviana sirve de base para la gran mayoría de las preparaciones de Panagiotis. “Hacerlo artesanalmente implica mucha técnica y tiempo, pero tiene un valor agregado, es mucho más rica”, acuerdan las hermanas, “Es mucho laburo, pero a mí me gusta!”, acota Eli, la mayor de las tres. Eli fue la primera en entrar a trabajar a la fábrica, cuando terminó el colegio. Hasta ese momento, para ella había sido solo un juego, ayudaba en la fábrica y aprendía. De a poco, con las enseñanzas de su mamá, se volvió una experta en la preparación artesanal de la masa filo. Esa es hoy su tarea principal, la que realiza con amor, dedicación y con resultados que dan justa cuenta de toda esa experiencia asimilada. Esas manos guardan un saber de larga tradición, y basta probar la masa para darse cuenta de la diferencia. En la fábrica funcionan las máquinas de toda la vida, los hornos y la amasadora. Todo está muy cuidado, todas son herramientas queridas. Uno de sus secretos (porque ¡claro que no vamos a revelar todos!) es privilegiar por sobre todo que la materia prima sea de primera calidad: para eso, traen muchas especias desde Grecia, y se ocupan de que la manteca, la harina y todos los ingredientes sean de óptima calidad. Efrosina, la hermana del medio, es “la que trae las ideas”, comentan sus hermanas. Además, prepara dulces y empanadas con una prolijidad y rapidez singular. En minutos tiene una bandeja lista para entrar al horno, saca, envuelve y atiende a los clientes que llegan en busca de sus pedidos. Se trata de locales, hoteles, restaurantes y empresas que encargan para sus eventos y caterings e incluso muchos de los locales gastronómicos favoritos de los vecinos en VC les compran la masa filo y les hacen encargos. Panagiotis fabrica masa filo para todo el país, y llegan hasta Uruguay. Elena es la menor, fue la última en entrar a trabajar en la fábrica y hoy es la encargada de las comidas saladas. “Todas las semanas fabricamos la masa y los postres, y los jueves y viernes preparamos comida y picada griega para el fin de semana: hacemos un plato principal, una picadita y los postres.” Además de las preparaciones típicas de la cocina de Medio Oriente, como los arrolladitos de parra, hummus o pasta de berenjenas ahumadas, hacen empanadas de masa filo con infinidad de rellenos y platos típicos tan ricos como originales, como el pasticho (una especie de lasagna a base de fideos, carne y bechamel) y el musaká. Los dulces incluyen los conocidos baklavá, los deditos de novia y los galaktoboureko, unos bocaditos de masa filo rellenos con crema de vainilla que, como resuena en su nombre, te transportan a otra galaxia. Las chicas son exigentes, y saben lo que es bueno. Lo probaron desde chicas. Papá Panagiotis las entrenó para saber reconocer los buenos sabores. Las llevaba a comer a los mejores lugares del barrio, iban a Sarkis una vez por semana y claro, en casa se comía lo que cocinaba mamá Amalia quien, y todas las hermanas acuerdan, cocina como los dioses, mejor que ninguna. Fue ella quien les enseñó a cocinar cuando falleció su papá, y una a una fueron sumándose al negocio familiar. Una vez cumplida su tarea, Amalia decidió colgar el delantal y desde entonces las tres hermanas están al frente de la fábrica, sosteniendo bien alta la bandera de Grecia y el prestigio ganado por papá Panagiotis. Si hay algo que se destaca en la fábrica es que todo se elabora con dedicación, con ganas de que salga bien. Las tres hermanas se ayudan unas a otras con un objetivo común, hacer masas, postres y comidas griegas como no se comen en ningún otro lugar en toda la Argentina. ¡¡Vecinos, qué gran privilegio que estén en Villa Crespo!!! Panagiotis queda en Castillo 245. Tel. 4771-8951. Facebook

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