CHOUX- LAB
Isabel no solo enseña a hacer eclairs perfectos sino que los cocina en su casa en Villa Crespo y los vende en su tienda online (siempre pidiendo con 2 ó 3 días de anticipación). Su amor por la cocina alcanza otras especialidades de la pastelería francesa, como los choux. “Empecé con choux y eclairs porque son los postres que más disfruto hacer y poco a poco fui agregando más productos a la tienda. Detrás de cada eclair, de cada torta hay una idea, un sentimiento y el amor más puro. Es mi forma de expresar mi gratitud al momento que me hacen un pedido.” ¡Seguir su cuenta que es una tentación irresistible!!
FLAMA BAKERY
Velasco 465
Quizás lo único que faltaba en el “corredor Velasco” (un radio de dos cuadras en Velasco al 400 donde a Salgado y Valeria Nicali se fueron sumando Yafuso, Gamberrro, Neko y Velazco disquería) era una nota dulce. Y Flama Bakery vino a suplir ese vacío. Abrieron sus puertas el 1 de abril y sorprendieron con sus hojaldrados (la especialidad de la casa), fosforitos y un bizcocho de yogur y moras que se las trae. La propuesta se complementa con el café de @nommi.brewbar que ofrece distintos tipos de café filtrados (y Laura te explica cada uno de los procesos de cada maquinita, ¡para volverse locxs con su estética y diferencias!) con granos que se muelen al momento de prepararlo.
LA DESFÁBRICA
Olaya 1521
La Desfábrica es un espacio que propone que las infancias se apropien del juego (de sus reglas, sus formas) y de los juguetes que imaginan y necesitan para vincularse con el entorno socio-cultural en el que viven. Se trata de “desfabricar lo fabricado”.
“En los talleres lxs chicxs desarrollan sus propios proyectos, aplicando diversas técnicas de construcción con materiales reciclados, que son los mismos materiales (juguetes rotos o en desuso) que recibimos del barrio a través de una colecta permanente. Los juguetes se desarman, se clasifican, se re-diseñan y luego se usan para nuevas creaciones. También reutilizamos otros descartes como tapitas, cartón, madera, envases plásticos, y todo lo que se imaginen”, cuentan Violeta y Martín. Ambos nacieron y vivieron muchos años en Villa Crespo y buscaban un local en una calle tranquila, ¡y por suerte lo encontraron! En el espacio que abrieron recientemente funcionaba antes una cerrajería histórica.