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  • Foto del escritorPepe Bigotes, un conejo en Villa Crespo

CONEJOS DE VERANO


Cuando un conejo da consejos, se dice popularmente que da “conejos”. Sí, ya sé, es profundamente confuso, pero a la gente le gusta inventar palabras nuevas porque todo cambia, todo el tiempo. Así que, sin más presentación, he aquí 6 conejos para sobrevivir a las fiestas, el verano, y a la vida en el planeta Tierra en general:

1) Cuando el médico te dice que tomes tres litros de líquido al día, no se refiere a Sidra La Ferruca.

Intercalá un vasito de agua entre brindis y brindis. La regla “uno para el corazón, uno para el hígado”, es fundamental para mantenerse hidratado durante la estación calurosa y bailable.

2) El champagne no pone mimoso a nadie.

Basta de tomar champagne. En serio. Más que mimoso/a te pone de la re cabezo/a. Dedicarse a bebidas más tradicionales como la cerveza o el líquido refrigerante para motores ayuda a tener mejores despertares.

3) El sol es una enorme bola de fuego y vos sos carne.

Recuerden este principio: de carne somos no se refiere sólo a la propensión al pecado; también es cierto en un sentido literal, y todos vimos lo que le ocurre a la carne al verse expuesta al calor del fuego, se asa. Así que, gorritos, cremas, y sombrillas. Protejan el matambre.

4) Las drogas son malas, malas, malas.

Eso. Así que este verano me juntan todos los estupefacientes y me los mandan al apartado postal 2035, a nombre de “Pepe Bigotes”.

5) El deporte ocasional es la fuente número 1 de roturas.

Si todo el año estuviste con el culo pegado a una silla dieciséis de las veinticuatro horas que tiene un día, ahora no te hagas el Michael Phelps tirándote a la pileta de clavado tras doce choripanes, y una morcilla cruda. Ni tampoco salgas a jugar a la pelota descalzo con tu sobrino y sus amigos veinte años más jóvenes, al grito de “Hay equipo”. Escuchá lo que te digo, así empezó Robocop.

6) Es mentira que se termina el año.

El calendario, como tantas otras cosas, es un invento de la humanidad para combatir al tiempo. Pero apenas pasa la neblina de las fiestas, el tiempo sigue, otro año empieza en continuidad directa, así que siempre guardate un resto para continuar. No dejes todo, nunca, para nadie. Dos mil dieciséis y dos mil diecisiete no son más que números en el vacío de nuestro imaginario colectivo. Los calendarios son la excusa que encuentran algunos para ponerse en bolas.

7) Sé feliz, es una orden.

(¿No eran seis los conejos? Sí, pero me quedó lugar, y no soporto los espacios en blanco) Esta es irónica. Ser feliz no es una orden. No tenés que ser feliz; repito, no tenés que ser feliz. Con estar vivo alcanza. Respirá. Cuidate. Volvé. Te queremos. Mucho.

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