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  • Foto del escritorAVC AMO VILLA CRESPO

FUNDACIÓN CAZADORES

Actualizado: 29 ene 2023

EXPLORAR PARA TRANSFORMAR EL MUNDO



Fundación Cazadores es un espacio relativamente nuevo en el barrio que se haya en pleno momento de expansión. Sobre la calle Villarroel, rodeado de casas bajas y de pintadas de Atlanta Popular, se alza este edificio de dos pisos de grandes ventanales donde nunca se sabe del todo con qué experiencia te vas a encontrar.

Es un día de primavera ideal para visitarlo. Daniel Frieder, su director institucional, nos recibe en la sala imán, un amplio espacio en la planta baja que funciona como un estudio abierto y que hoy se encuentra repleto de mullidos almohadones, superficies tan verdes como suaves y macetas-gusano que invitan a contactos múltiples y también al descanso. Se trata de la instalación Invernáculo Marrano de Marina Daiez, la segunda del ciclo de tres exhibiciones del Programa Impulso Cazadores - obras en residencia, que puede visitarse de miércoles a sábados de 16 a 20hs hasta el 19 de noviembre.

Después de envolverme por un rato en una torre acolchada y pasearme recostada en una patineta con auriculares puestos, vuelvo a mi tarea del día: tratar de conocer un poco más sobre este lugar que hace 4 años desembarcó en lo que hasta entonces había sido la Escuela taller del artista Guillermo Roux.

“La fundación inició su actividad en Nuñez porque allí teníamos un espacio propio en el que comenzar a indagar. A medida que íbamos creciendo, creció también un interés particular en incorporar otras disciplinas más allá de las artes visuales. Sentíamos la necesidad de dar cabida a una propuesta en la que se conjugan la formación de artistas, su difusión a través de exhibiciones y la exploración”, cuenta Viviana Romay, su directora y fundadora, “y esta zona de la ciudad empezaba a crecer con una presencia cada vez mayor de espacios culturales, galerías y teatros vinculados a la escena independiente”.


Para Daniel, la llegada de Cazadores al barrio en 2018 abrió el juego. “Pasamos a tener un espacio mucho más grande, y eso permitió una expansión de las posibilidades en todo sentido: en las muestras, en los programas y en otro tipo de propuestas. Para la apertura, por ejemplo, elegimos Apnea, una muestra site specific de Manuel Ameztoy e Inés Armas que en Nuñez era inimaginable. Apnea proponía un encuentro entre cuerpos y objetos donde convergen los lenguajes de la instalación y la danza. También pudimos trasladar un tren por la sala en la muestra de Mariana López”.


Como menciona Daniel, la nueva sede hizo presente la fusión de diversas prácticas contemporáneas: instalación, performance, danza, video y música, y al mismo tiempo configuró un nuevo horizonte de acción para Cazadores en tanto espacio de investigación sobre prácticas artísticas colectivas y transdisciplinarias. “La idea es que no solo vengan a formarse sino que puedan encontrar un espacio para mostrarse, que Cazadores también funcione como plataforma de exhibición y proyección”.

Sus programas medulares hoy incluyen Instalar Danza e Impulso Cazadores, además de los ciclos y el programa de Clínicas, atravesado por seminarios y por otros artistas que se vinculan a la Fundación en su calidad de docentes. “Si bien tenemos un objetivo, somos flexibles a explorar y a adaptar las formas a la manera que sentimos nos van llevando las necesidades que detectamos en los artistas”.

¿A qué apuntan las clínicas?

El proceso de clínica es muy rico, creció y se fue transformando con los años. Les participantes de este año tuvieron, además de un espacio de seguimiento de obra de frecuencia semanal con Sergio Bazán y Agustina Nuñez, y Leila Tschopp, espacios de intercambio con otres docentes, lo cual está muy bueno porque elles aportan nuevas miradas. Además hay un espacio más teórico, con Florencia Qualina, del que participan todos los grupos, y ofrecemos unos seminarios. Este año fueron cuatro, uno de arte y tecnología, una propuesta más teórica con Hernán Borisonik, otra con Mirta Kupferminc sobre video de artista, y el último con Diego Bianchi con una propuesta más experimental.

¿Qué es Impulso Cazadores?

Impulso Cazadores es el programa que apunta a la transdisciplina y la fomenta, no con la idea del abandono de la propia disciplina sino de ampliar y sumar posibilidades a los artistas que se presentan. Es un programa direccionado a acompañar procesos artísticos en desarrollo, brindando colaboración tanto en la instancia de gestación de la obra como en la etapa de consumación en sala.


¿Cómo es la selección?

Les pedimos a les artistas que nos cuenten sus ideas. Seleccionados mediante convocatoria abierta, los proyectos elegidos participan de un proceso de trabajo intensivo en colaboración con el equipo de Cazadores y los demás grupos seleccionados. Y una vez que seleccionamos los 3 proyectos para ese año, ahí pensamos quién puede ser el tutor o tutora indicado que acompañe esos proyectos específicamente. Todo se construye a partir del primer input.

La dirección del Programa está a cargo de Mariana Obersztern, con un jurado que este año estuvo compuesto por Diego Bianchi, Maricel Álvarez, Gonzalo Aguilar y Teresa Riccardi. Cada artista cuenta con el acompañamiento de un tutor invitado, un espacio de trabajo, la colaboración del equipo y la sala de exhibición.


¿Cuándo abren las nuevas convocatorias? ¿Ofrecen becas?

Las nuevas convocatorias para Impulso Cazadores abren en diciembre y cierran a fines de febrero, después de la última muestra de este año. Y si, hay posibilidad de becas. Para las becas Formarte hay tiempo para presentarse hasta febrero. Este año lanzamos además una propuesta de clínica a distancia/virtual para quienes no residen cerca. Y ofrecemos un descuento muy importante a menores de 35.




¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan hoy?

Somos un espacio de arte que trata de dar lugar a la formación y al desarrollo de un arte emergente. Nada es al estilo tradicional en Cazadores. Si nosotros queremos dar lugar a lo emergente, pero vamos diciendo para dónde va lo emergente, muy rápido deja de serlo. Entonces puede pasar con algunas cosas que nos preguntemos si la pegamos o nos mandamos una patinada. Abrirnos a estas situaciones, a estos procesos de construcción, implica conocer a las personas con las que trabajamos, no solo discutir ideas y proyectos. Acá los proyectos van mutando junto a las personas que llegan al espacio. En ese sentido, no somos rígidos. Los desafíos van por ahí.

También queremos consolidar el vínculo con actores privados. Cazadores sería imposible sin aportes privados que entienden cuál es el rol de un espacio como el nuestro en el mapa del arte en general, pero no alcanza. Los espacios como el nuestro van borroneando esas líneas, tal vez tenemos una hibridez en las formas, lo que nos permite sentar a varios de estos actores y buscar cómo complementarnos. Dependemos del estado, de actores internacionales, de entradas de actividades y demases, pero tampoco tenemos la lógica de un espacio independiente. Nosotros queremos permitir que pasen otras cosas que no son posibles en un espacio independiente, donde las variables tal vez deben limitarse. Queremos que esas variables se definan después del proyecto o de la idea artística, y eso hace que los financiamientos sean importantes.


¿Qué actividades habrá próximamente?

Vamos a formar parte de la semana de la Cultura Independiente. El 21 de noviembre tenemos en escénicas Ojos mudos de Ayelén Clavin y Carla Rímola, y luego cerramos el año con la tercera y última muestra de Impulso Cazadores: Sexto Continente.

Además, este año decidimos que las muestras de cierre de clínica se hagan en febrero para no apurar la necesidad de llegar a sala, que los procesos tengan tiempo de decantar. Cada uno de los grupos, con un esfuerzo de producción importante, tendrá sus muestras durante una semana, de jueves a sábado. Les alumnes de las clínicas pueden aprovechar la sala imán que es un espacio espectacular para lucirse.


¿Qué esperan para 2023?

Queremos seguir consolidando los programas Instalar Danza e Impulso Cazadores. Y tenemos muchas ganas de lanzar el Premio Fundación Cazadores. Venimos trabajando con el FIBA también, y seguramente pronto habrá algo más consolidado. También seguimos buscando generar vínculos con otros espacios del barrio.

Y queremos que más gente se acerque y se anime a entrar a la fundación, a ver algo que por ahí no conoce, o sin entender del todo qué es este espacio. Villarroel no será la calle más transitada, pero si alguien pasa lo invitamos a entrar. ¡No traten de entender en qué cajón de la estantería se va a guardar primero! Lo primero es vivirlo y después ver qué interpela a cada une.

Fundación Cazadores, Villarroel 1440 www.fundacioncazadores.org.ar @fundacioncazadores












Fundación Cazadores, Villarroel 1440 www.fundacioncazadores.org.ar @fundacioncazadores

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