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  • Por Julián Marini*

TOP 5 DEL AMIGO VECINO #15


1. BURZAPALOOZA

Exiliados del conurbano por motivos laborales, como yo —ellos Burzaco, yo Quilmes— los muchachos de Burzapalooza emplazaron su extravagante local en Serrano 509. Se especializan en camisas hawaianas, guayaberas, remeras vintage y todo tipo de prendas de vestir que despiertan un “¿de dónde lo sacaste?” inmediato. Cubren sus prendas con un particular aroma a “incienso” que uno puede sentir desde la esquina de Serrano y Corrientes. No es una exageración. ¿Cuándo abren? Cuando la vida los deja. Chequeen en Facebook, ahí les dan pistas. No uso una bolsa arpillera para cubrirme gracias a ellos. Recomiendo.

2. VIDEO CLUB DEL CENTENARIO

En Ángel Gallardo al 140, a metros del Parque Centenario, resiste anacrónico pero estoico el último video club. En su interior un monumento al dvd, cientos de títulos de toda calaña: clásicos, estrenos, cine independiente, mainstream, en blanco y negro o color. La oferta supera a Netflix. La experiencia de entrar a ese universo que uno piensa extinto, es impagable. Su dueño es un cinéfilo experto de edad madura, suele aconsejar bien, y tiene, de manera fantástica, todos los títulos que posee su local, en su mente. Suele escuchar partidos del ascenso transmitidos por AM. Sí, de cualquier categoría. En mis excursiones escuché goles de Atlanta, por supuesto, pero también de Platense, San Telmo o Brown de Madryn. Sí, claro, soy socio.

3. LA COSTURERA DE LA CALLE DRAGO

No uso una bolsa arpillera para cubrirme gracias a Burzapalooza y a la costurera de la calle Drago (entre Angel Gallardo y Frías). Es increíble, arregla cualquier tipo de prenda utilizando pedazos de la misma prenda rota. Para mí, eso es un superpoder. Tiene un local a la calle muy pequeño, abarrotado de bolsas, telas y pedazos de género. Apenas una sillita y una mesa donde trabajar, y un cuadernito tapa blanda para organizar los pedidos. Siempre alegre y bien predispuesta, afirma que supera cualquier tipo de problema de salud con el poder de su mente. Yo no sé cómo se pegan los botones, ella sí, yo creo ciegamente en sus dichos. Si bien varias veces no cumple con los plazos con la mayor precisión, vale la pena recurrir a su experticia. Como bonus track tiene una suerte de gato-perro con correa muy macanudo que amerita que todos visitemos.

4. WARNES Y LA DESEMBOCADURA DE LA "PENINSULA DE BRAVARD"

Warnes tiene fama de calle fea, anti estética. Pero a partir de Aráoz, en dirección Ángel Gallardo, cambia de mano, y se vuelve mucho más amistosa. Su cenit de belleza y amistad comienza justo cuando uno cruza la “Península de Bravard”, un pedacito de terreno donde Warnes sigue su curso, y a su vez desemboca en la ya mencionada calle Bravard. Son alguito más de 100 metros, desde Lavalleja hasta que Warnes se la pega de geta contra el Parque Centenario. Hay un ultra kiosco polirubro, una bicicletería donde una vez dejé una seña para una playera que nunca fui a buscar - no me nombren - un café, una heladería, un super chino de los más amables y una peluquería donde el peluquero me dejó como un representante yugoslavo de jugadores de fútbol del Mundial 90, pero lo más importante es que tiene una arboleda genial, unos edificios para mí un tanto pintorescos y que además prácticamente carece de tránsito. Obviamente esta elección es absolutamente subjetiva y caprichosa, pero ese tramo bajo los árboles, a pie, puede curar, como mínimo, un mal día de trabajo. Se los juro.

5. PLAZA BENITO NAZAR (o “la placita de Antezana”)

Soy de Quilmes, del conurbano, tierras dónde “la placita” es una institución: sirve como punto de encuentro, parador, centro comercial ilegal o punto de siesta. Lo más parecido que tengo en Villa Crespo sin dudas es “La placita de Antezana” Digamos que “Parque Centenario” sería un mega grupo mainstream, y “La Placita” mi banda indie preferida. Paseadores de perros, niños en los obligatorios juegos de plaza, chicas y muchachos simplemente parando, algún meditador ocasional, taxistas durmiendo la mona, y yo simplemente mirando. Lo mejor es su pulso particular y personal, una marcha menos que otras plazas o parques de Villa Crespo. Horas, minutos y segundos flotan distintos en “La Placita”. Y si la deformación del espacio-tiempo te produce como efecto colateral un hambre desmedido, existe en una esquina, un imponente “Cachito Premium” para entrarle a un lomito o vacío pan de manera cuántica.

* Julián Marini es productor, guionista y conductor de radio. Vive en Ángel Gallardo y Luis María Drago.

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