LLEGAMOS Y ESTABA LLENO
Por Chris Nunclares
En abril se nos vencía el contrato de alquiler y durante la última semana de marzo nos mandaron una carta documento con una orden de desalojo. Habían pasado seis años de estar en la esquina de la calle Aranguren y el Pasaje Numancia. Las cosas pueden cambiar de una semana para otra. Empaquetamos todos los libros y no hicimos nada más que eso.
La despedida fue un domingo con una muestra y un toque de nuestros amigos tomando absolutamente la vereda y la calle. Estuvo bueno. Un día antes de irnos fuimos a la librería de unos amigos y Fer Laguna nos dijo que el taller de Vicent estaba desocupado.
Inmediatamente lo llamamos y al otro día fuimos a verlo. Quedaba en una calle rara, que no conocíamos, en un barrio lindero al de Caballito. Ya de afuera nos cabió pero cuando se abrió la persiana del medio vimos ese piso tan tanguero, esas paredes de adobe irregulares, el techo a doble altura y esas ventanas corte cantina. Nos quedamos re cara.
El local tiene unos secretos, un mural de Vicent y una frase que nos cautivó “no necesito silencio, no tengo en quién pensar“. A partir de acá encaramos la nueva librería y galería con un tinte más emocional y poético que comercial. Esa es una diferencia total respecto a cómo empezamos con el otro local. Luego nos fuimos enterando de otros secretos. Fue también una zapatería de autor de los años ́20 del abuelo de Marisa, la dueña del local, que vive atrás junto a su familia y sus perros.
Con esta nueva aura dejamos de ser una librería contemporánea y pasamos a una realidad mucho más alquímica. Hemos cambiado mucho. Por último vino Ornela y nos regaló un estandarte bordado a mano que es una serpiente mordiéndose la cola y en ese círculo hay un libro abierto. La gente piensa que es una cofradía masónica y es un poco eso.
En este nuevo ciclo vital vamos a tratar de confundirnos cada vez más.
Por Chris Nunclares
COBRA
Belaustegui 421, Villa Crespo.
Abierto de martes a sábados de 16 a 20 hs.
info@cobralibros.com.ar
co-b-ra.tumblr.com