GUIA AVC | DONDE COMER

En una casa construída en 1893 (de ahí el nombre) y convertida en empresa recuperada, sus trabajadores y el maestro pizzero de siempre ofrecen una excelente pizza a la parrilla en más de 30 variedades. Sin dudas está entre las mejores del barrio. Para los tradicionales, también hay pizza a la piedra y ricas pastas caseras. Las empanadas son exquisitas, y hay salteñas al estilo boliviano, picantes, un hallazgo total en el barrio. Los postres no se quedan atrás y todo está hecho con ingredientes de calidad. El ambiente es super tranquilo, ideal para una cena romántica o una juntada familiar. Acompañar estos proyectos cooperativos tiene su plus, sobre todo cuando la atención es tan cálida y esmerada.

Los creadores de la pizza canchera. Un clásico del barrio ideal para una pizza al paso en la barra o en la vereda. Las empanadas de carne fritas se hacen agua en la boca y el flan mixto tiene sus fanáticos. La yapa: fueron foto de tapa del número 1 de AVC y por eso son aún más especiales.

Cocina china posta, no for export.

Cachito sirve ricos sanguches a las brasas, de vacío, bondiola, chori y hamburguesas. Con papas pai y salsas. Un lugar muy amigable con dos sucursales, la oiginal frente a la plaza Benito Nazar.

Una de las cervecerías más grandes del barrio, tiene dos locales en esquinas enfrentadas.

Un restaurante de cocina de autor con reminiscencias neoyorkinas. Tienen una excelente selección de vinos y una barra mirando a la calle que redondea la propuesta. Recomendamos!!

Parrilla familiar. Se suele llenar. Muy buena carne y pastas. Platos abundantes, para compartir.

Parrilla, tiene mesas afuera, buena atención y porciones abundantes.

Acá todo es casero ¡hasta la masa!, fresco y sano. Un salón amplio y un patio verde invitan a una experiencia reconfortante. El desayuno y la merienda con café de especialidad y pastelería casera de elaboración propia alegran el corazón. Ni hablar del brunch, es un viaje de ida, de los mejores. Ofrecen más de 40 variedades de tartas (que podés pedir enteras para el freezer), sandwiches, pizzas y ensaladas, además de platos caseros con un menú del día que es para aprovechar. Gabriela Gaudin, el alma mater detrás de este hermoso proyecto, entendió que comer es una experiencia que nace y nutre desde el corazón, y eso se nota en cada bocado. ¡Recomendadísimo!

Una cocina especial que privilegia el producto y sus sabores de base. Julia es el pequeño gran restaurante del chef Julio M. Baez, quien soñó una propuesta independiente que privilegia el grupo humano, la diversidad, la creatividad, la autenticidad y la micro estacionalidad. Con solo 22 asientos, una experiencia única que busca ampliar los límites desde lo mínimo, y sin dudas lo logra. Para una ocasión especial.

Cocina sefaradí y café de especialidad. Sirven desayuno, almuerzos y cenas. Una nueva propuesta gastronómica (y cultural!), con cocina casera al estilo sefaradí desde un toque personal en un ambiente cálido y super reconfortante. Recomendamos seguirlos y consultar la agenda para no perderse sus propuestas!! De lunes a Domingos de 8:30 a 20 hs.

Bodegón típico del barrio, muy buena comida casera y porciones abundantes. Actualmente tiene un patio con mesas en el exterior, conviene reservar mesa previamente.

Bodegón y parrilla. Tiene buenas promociones para compartir.

Pizzería. Otro clásico del barrio, está hace mucho tiempo en VC. Es la preferida de Elvis de Villa Crespo.

Cantina con especialidades de cocina italiana.

Pizza, parrilla y minutas. Para juntarse con amigos, adentro o en la vereda. Ojo! suele llenarse. Precios módicos.

Sin dudas, una de las mejores barras de la ciudad. Excelente ambiente, ahora con una propuesta para el día, ofrece una carta de vinos con más de 130 etiquetas, un whisky propio y excelente coctelería, clásica e innovadora. Se puede picar algo, almorzar y cenar y todo, todo es especial.

En el barrio vecino de Caballito, cerca de Parque Centenario, un café minimalista y con toda la onda en los detalles: las sillas vintage, la vitrina con forma de torre que contiene dulces y salados y la lámpara de esferas que cuelga del techo. Hay buena música siempre, y suena lo suficientemente bajo para no molestar una conversación o lectura y lo suficientemente alto como para poder disfrutarla. Acá no hay nombres como los del café de especialidad, pero sí un café especial que se puede acompañar con pastelería casera (varias opciones veganas) en un ambiente muy tranquilo y amigable.

Panadería francesa que comenzó el gran Franck Dauffouis y hoy retoma uno de sus discípulos creador de Co-Pain. Para probar la verdadera panadería francesa. Inmejorable

Uno de los pioneros en apostar por la cafetería en el barrio. Pasan los años y los clásicos de Crespín no cambian: ¡es que no se puede pedir nada más! Fiel al estilo americano, hay menúes que incluyen café y hacen de un brunch, desayuno o merienda algo fuera de lo común. ¡Larga vida al roll de canela y a la tostada francesa! También hay budines, tortas, muffins y muchísimas opciones de deliciosa pastelería. Para el almuerzo, siempre hay plato del día para disfrutar en un ambiente relajado y amigable.

Comida africana. Ideal para el invierno, los platos son suculentos, para probar platos tradicionales de Camerún.

Pizzería ideal para comer al paso. La pizzería existe desde el año 1969.

Ante todo presenciamos su nacimiento. Son amigos de avc! Tiene estilo merendero americano, con una excelente pizza de masa finita a la piedra (recomendamos especialmente la Margarita) y suculentas hamburguesas. También muy bueno para merendar.

Parrilla al paso. Ideal para el almuerzo.

La esquina de Dorrego y Castillo está imantada. Una fuerza magnética te atrae. Es la fuerza de la naturaleza hecha vermú. ¡Es La Fuerza! (con una z de rayo). Vermú rojo, blanco, primavera y sideral, elaborados al pie de Los Andes. Si el vermú fue la excusa para armar el bar, los platitos para compartir son el mejor pretexto: tortilla de papas, milanesa a caballo, buñuelos, croquetas de pescado, berenjenas con provoleta o papas fritas en tres versiones distintas. La propuesta es vermusear y picotear.

Restaurante clásico y parrilla. Ubicado frente al Parque Centenario. Son una cooperativa de trabajo.

Un hermosa esquina. Mesas cómodas y ambiente super agradable. Tienen rico café y panadería estilo francés. Las promos de merienda son bárbaras y hay opciones light. También para almorzar.

Cocina árabe siria real y auténtica con excelente relación precio-calidad. Nada pretencioso, puros sabores y mucha amabilidad. La picada completa es un viaje al placer. ¡Nos encanta!

Parrilla. Todo muy rico! Aunque esté en el barrio vecino de Almagro, es imprescindible en nuestra guía. A pasitos!

Un hermoso cafecito en una esquina muy tranquila del barrio. Hay brunch, almuerzos, meriendas y café de especialidad. El ambiente es especial.

Casa Tinta es un espacio gastronómico con propuestas culturales que van desde una librería con libros a la venta y para intercambio; una vinoteca y el restaurante, que es el eje central de la casa. Hay incluso un estudio de grabación! y en primavera verano suena música en vivo. La experiencia en Casa Tinta se basa en una gastronomía de producto, sirvn platos que provienen de su historia familiar, de sus viajes y a todos les imprimimen su impronta. Ofrecen cenas, almuerzos los fines de semana y meriendas. Tienen un calendario mensual de actividades que van desde la torta del finde, las catas de vino, celebraciones tradicionales, hasta cita a ciegas con un libro, música en vivo, fiestas del vino y el vermut, pop ups y mucho más.

Restaurante "de platitos” donde es dificil encontrar el favorito. El matrimonio tortilla de papas y sándwich de milanesa es insuperble. También la pesca del día y las opciones vegetarianas que combinan con vinos para todos los gustos y bolsillos.

Un espacio ideal para arrancar el día, para leer o para un juego de ajedrez. DOC cumple 5 años (3 en VC) y ya hay una comunidad villacrespense que lo adoptó y disfruta de sus movidas super interesantes: degustaciones de cafés, música en vivo, flash tattoos, tarot, radio en vivo, ferias, poesía, pop-ups gastro y hasta yoga y meditación en la vereda. Es el café de las fainás y los tostones, con platos ricos e innovadores tanto para brunchear como para almorzar. En DOC producen desde el pan brioche hasta el chutney de panceta, pasando por el yogur, la granola, mermeladas, cremas veganas y más. La pastelería también es casera, como su famoso alfajor de cardamomo o la tarta cremosa de lima-limón vegana y sin gluten. La carrot cake está entre las más ricas.

Resto-Bar especializado en comida casera, sándwiches y ensaladas de autor.
El chef y propietario Juan Pablo Gorban a cargo de la cocina propone un sinfín de sabores caseros con guiños a la cocina Judeo-Newyorkina.
Desayuno, almuerzos y meriendas elaborados con materias primas frescas y de primera calidad. Entre las especialidades de la casa se encuentran el Sandwich de de pastrón casero, el bagels de salmón ahumado y los shawarmas de lomo. Y para los mas golosos, lo mejor de la pastelería casera.

Cantina y confitería en la histórica esquina del bodegón La Mamma Rosa. Es el último proyecto de Atelier Fuerza, que se unió con Romero-Sieiro para compartir dos propuestas gastronómicas en un mismo local. Atelier se ocupa de lunes a sábado hasta las 18hs del café de especialidad, panes de masa madre, medialunas de manteca que chorrean almíbar y muchas delicias más, mientras que la cantina abre lunes a sábado por la noche y domingos al mediodía.

Pizzería clásica. Ubicada en una gran esquina. Recomendado para una pizza al paso o como punto de encuentro.

Exquisiteses de la cocina judía tradicional con acento porteño. Su hot pastrami es un infaltable en la ruta del pastrón. Recomendado para almorzar y merendar, para comer ahí o para llevar.

Parrilla. El nombre verdadero es Sabores Entrerrianos y algo más.

Uno de los pioneros en el barrio, con una pastelería premium y opciones para todo el día. Lo genial de Malvón es que además podés comprar para llevar. Tienen panes especiales (de masa madre), muffins, tortas, tartas y variedad de exquisiteses de pastelería. El ambiente es hermoso, una casona con un patio verde al fondo.

Cocina nikkei de la mejor. Usan pescados nacionales y frescos como trucha patagónica, lisa, besugo, chernia, mero, lenguado y corvina, también mariscos. Toda la propuesta busca ser amigable con el medioambiente y tiene su alternativa veggie. Una rareza del menú: un roll con carne de Wagyu (una raza de vaca de origen japonés, criada en nuestras tierras). Por último, una carta de vinos pensada especialmente para acompañar el sushi.