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NUEVAS BARRAS


OH’ NO! LULU Aráoz 1019 | Mar a dom desde 18h | @ohnolulutikibar

Abrió el primer tiki bar de Buenos Aires y, oh si! está en Villa Crespo. ¿Qué es un tiki bar? Es un bar que te transporta a una isla paradisíaca en plena ciudad, un oasis tropical para relajar y disfrutar de tragos a base de ron, cítricos y especias. La carta de cocktails de Oh’No! Lulu es fiel a la definición de tiki, pero a la vez tiene identidad propia. Desde los clásicos Mai Tai, Zombie, Daiquiri y Piña colada, hasta unos divertidos como el Suffering Bastard, Magnum PI o Shark, aunque si lo que querés es entrar en modo tiki total, el Zombie -servido en un vaso calavera con un terrón de azúcar que flamea- es la que va. Hay opciones para picar, como la infalible flor de cebolla, spring rolls o las croquetas de langostinos, y platos más suculentos como la Big Kahuna Burguer o el “Popu Platter. Sabores típicos de la cocina polinesia y hawaiana. Y los precios están super bien. El bar nació de la mano de Patricia Scheuer, Luis Morandi (creadores, entre otros, de Gran Bar Danzón, Sucre y Uriarte), y Ludovico De Biaggi, quien a pesar de ser muy joven tiene una larga carrera: “Arranqué a los 13 años cuando hice un curso de coctelería con Inés de los Santos y desde entonces estuve ligado a los bares, ganando experiencia en viajes. Siempre fui muy autodidacta”, dice detrás de la barra con una camisa y anteojos que recuerdan a algún personaje de Pánico y Locura en Las Vegas. Pero en este bar, la locura está muy bien llevada: un gran tótem de la isla de Pascua ambienta el salón colmado de lámparas de mimbre, sillas y ventiladores de ratán que giran en cámara lenta. Plantas altas, mucho verde y una luz roja tenue que baña el gran salón dan cuenta de que nada del ambiente quedó librado al azar. “Queremos que sea un bar sin pretensiones, para venir en cualquier momento. Por eso elegimos Villa Crespo, queremos que el barrio se lo apropie”, agrega Ludovico. La propuesta de tragos y el menú se encargan de coronar este espacio nocturno que sin dudas es uno de los nuevos puntos fuertes del barrio.

PANTANO

Warnes 35 | Mie a lun 19 a 00h | @somospantano La trilogía de Pantano reza: sánguches, pickles y bebidas. Con ella, este pequeño rinconcito le puso onda a la parte más linda de Av. Warnes. Allí donde los árboles crecen altos (y las palomas pícaras se creen dueñas y señoras), la Pantano family compuesta por Mono Grinbaum, Loly Arque Von Zeschau (@lolaavz) y Enrique Cartasegna—, se alza sin miedo con una carta cortita y al pie pero contundente: coctails con gin, pickles y sánguches de autor (atenti al de morcilla y roquefort), se combinan con serigrafías, buena música y propuestas ad-hoc que incluyen un alto curry casero una vez a la semana. Una cantina chiquita y muy amigable, ideal para una previa o una parada post paseo por Parque Centenario.

BENAVENTE Gorriti 4191 | Mar a dom de 18h al cierre + mar a vie de 12 a 15h | @benaventeba2018

A pasitos de Villa Crespo, cruzando Córdoba, está Benavente, creado por Javiera y Norberto, vecinxs del barrio, ilustradores y compañeros en la vida y ahora también en este rincón que es café, bar y almacén gourmet con espacio para las expresiones artísticas. Todo el lugar destila creatividad y amor por el hacer, desde los muebles hasta la decoración fue hecha con sus propias manos. En Benavente, todo está a la vista. Detrás de la barra, los vermús más ricos del condado, como La Fuerza o Lunfa. Hay café rico, sandwiches con carnes ahumadas y en versión vegetariana, cerveza artesanal y la especialidad: empanadas de morcilla. Frente a la barra, un espacio con productos super seleccionados de almacén. Imposible no querer llevarse todo! Conservas, mermeladas, pastas artesanales, vinos de bodegas boutiques, snacks, galletitas aptas para celíacos, miel, yerba orgánica y más. Además, hay varios libros de historietas a la venta y todos los meses presentan una muestra de arte con artistas locales y del barrio.

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