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  • Martina Sofia Alfuso

HABITAR EL EJE


Ilustración de Lala Ladcani

AVC nació hace 6 años, un 28 de junio de 2014 a las 12:15hs.

Para la astrología, en el origen se cifra todo el despliegue potencial del ser. La carta natal es la semilla que contiene la información para el desarrollo de la flor. Por eso podemos ver, a través de la carta natal de AVC, cómo el propósito está en relación a los ciclos del cielo. La carta natal es el diálogo energético de una matriz fija con el movimiento cósmico.

La revolución solar es la carta del retorno del Sol al mismo grado de nacimiento. Este año, como casi todxs lxs que vivimos en Buenos Aires, AVC cumple años adentro en cuarentena. Antes que nada, quisiera nombrar lo evidente: la coyuntura que estamos viviendo a nivel mundial por la pandemia. Este momento único en la historia de la humanidad nos convoca a pensar más que nunca a la astrología como el lenguaje transpersonal y colectivo que es. La pandemia puede ser leída desde muchos sentidos astrológicamente, pero me interesa, sobre todo, pensar en el eje de los nodos lunares.

"La astrología invita a pensar en ejes, ni blanco ni negro, de lo que se trata es de habitar un punto intermedio. Somos tonalidades; intensidades relativas de energía. “¿Qué significa gravedad si no hay un centro?”

Los nodos de la Luna traen información colectiva de la relación entre la Luna (inconsciente), el Sol (consciencia) y la Tierra (materia). Desde noviembre de 2018 hasta mayo 2020, estuvieron en Cáncer-Capricornio: el trabajo de este eje pedía recluirnos en el mundo emocional, es decir, tomar contacto con nuestra propia sustancia (Cáncer) relacionada con nuestras necesidades y nuestros orígenes, y soltar una estructura rígida relacionada con el mundo de las formas exteriores (Capricornio). Mucho de este eje trajo la aceleración de las discusiones sociales en torno a la sociedad patriarcal y al feminismo como un movimiento que viene a sustanciar estas necesidades postergadas. Además de los nodos, muchos planetas sociales y transpersonales (Saturno, Júpiter y Plutón) están en Capricornio, es decir, el cielo está pidiendo a gritos encontrar otra forma de lo capricorniano que no esté amparada en la exclusión y cristalizada en una herencia que no sea vital. Capricornio es la máxima ley y esencialmente representa la figura del ermitaño que es quien encontró su propia ley y vive bajo ella.

Frente a esta acumulación de energía en Capricornio, la pandemia produjo como slogan “Quedate en casa”, un slogan canceriano como pocos. Esta relación entre la máxima interioridad (Cáncer) y la máxima exterioridad (Capricornio), entre la “seguridad” adentro y el “peligro” afuera, es notable porque esboza la tensión propia del eje y permite pensar de qué manera puede ser un momento interesante en tanto no reproduzcamos en casa la tiranía del “afuera” que pide revisarse.

En este sentido, AVC es un proyecto sobre un barrio, sobre un afuera que es también un adentro: un barrio no es sólo su delimitación física (Capricornio), sino un espacio asociado a la historia común de sus habitantes, al arraigo y al pasado (Cáncer).

Este año el Ascendente de la revolución solar es Piscis, el signo opuesto del Ascendente natal de AVC que es Virgo. A primera vista, ese dato ya nos dice que hay un color anual asociado a lo flexible e inclusivo. Piscis es el último signo del zodíaco y como tal nos habla de la unidad de todas las partes y la disolución en el todo. Los años de Ascendente Piscis no son años de certezas (¡buen ascendente para este 2020!) si no de intuiciones, de un movimiento que acompaña lo que ocurre, no que lo tuerce. Piscis no se lleva bien con la prisa ni con lo excesivamente racional y programado. La atención de la revista este año tiene que ver con la comprensión del movimiento pisciano en los ámbitos organizativos de trabajo. Disolver una modalidad vinculada a la rutina de la revista, incorporar aspectos que habían quedado afuera. Una nueva organización del trabajo, de la periodicidad y de su orden interno. Este nuevo orden debe ser inclusivo en relación a formas cooperativas y nuevas alianzas, puede ser un año para crear un nuevo proyecto propio en colaboración con otrxs. Marte repite su posición natal en la primera casa, pero esta vez en el 0° de Aries. Se trata de iniciar una nueva etapa con recursos nuevos que vengan de nuevas asociaciones, de horizontes extranjeros. Es momento de transformar la imagen social del proyecto, de iniciar otro ciclo con respecto a la identidad relacionado a la capacidad de asociación con actores culturales

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La meta de este ciclo anual tiene que ver con la comunicación y con la posibilidad de expandirse a través de nuevas redes para encontrar otros canales de promoción y publicación. Se puede sentir una tensión entre salir a buscar lo nuevo y quedarse en lo conocido a nivel asociaciones, pero el peso de los planetas en Capricornio para AVC están en el eje de sus proyectos y visiones de futuro y las creaciones cooperativas con grupos. Habrá que revisar estos asuntos, transformar el modelo conocido y sustanciar algo nuevo respecto de la propia identidad, conectando con los orígenes del proyecto (Cáncer).

La astrología invita a pensar en ejes, ni blanco ni negro, de lo que se trata es de habitar un punto intermedio. Somos tonalidades; intensidades relativas de energía. “¿Qué significa gravedad si no hay un centro?”

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