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  • Foto del escritorAVC AMO VILLA CRESPO

LA ESQUINA DE LA FUERZA

La esquina de Dorrego y Castillo está imantada. No importa si saliste a pasear al perro, si vas con tu bebé en cochecito, si estás en ojotas y jogging o si después de la oficina ya encarabas para tu casa. Una fuerza magnética te atrae hacia esa esquina. Es la fuerza de la naturaleza hecha vermú. ¡Es La Fuerza! (con una z de rayo), el nuevo bar y vermú plantado en la frontera entre Villa Crespo y Chacarita, justo ahí donde durante largo tiempo solo veíamos una persiana baja pintada con los protagonistas de El Secreto de sus Ojos. Ahora, desde que atardece, los secretos por develar están del otro lado de la barra.

Elaborado con vino mendocino y hierbas de la Cordillera por los hermanos Zuccardi, el vermú blanco y rojo se despacha desde sus respectivas canillas, dos reinas enmarcadas por una gran pared de venecitas, lo que le da a todo el ritual un efecto singular. Si el vermú fue la excusa para armar el bar, los platitos para compartir son el mejor pretexto: tortilla de papas, milanesa a caballo, buñuelos, croquetas de pescado, berenjenas con provoleta o papas fritas en tres versiones distintas. La propuesta es vermusear y picotear.

Martín Auzmendi, sommelier, ideólogo de Bs As Cóctel y uno de los cuatro fantásticos detrás de La Fuerza, dice: “Pensamos en los que abren los bares, los que llegan temprano, los que beben cuando el sol está bajando. Y armamos un bar de barrio donde estés cómodo. Es el lugar que nos gusta con la bebida y la comida que nos gusta. Es ante todo auténtico”. Sin dudas, en la Fuerza hasta lo más simple tiene carácter. El sistema de pedido consiste en marcar en un bloc lo que querés (verde para las bebidas, rojo para las comidas). Puntos extras sobre todo cuando vas de a muchos. También aplausos para la coqueta botella que se puede llevar para regalar o descorchar en casa (y parece que próximamente estará disponible tipo growler, para llenar y rellenar).

Completan el dream team Julián Diaz, amante del barrio, sommelier, bartender y mentor de algunos de los bares más maravillosos de la ciudad (878, Los Galgos, Florería Atlántico), y Agustín Camps, que también aportó su know how al proyecto.

Si hay algo que hay que destacar en este proyecto es la potencia que aporta la imagen, la perfecta unión entre el nombre, las gráficas, las botellas y hasta la elección del lugar donde funciona el bar. Una casa de los años 30, contemporánea de la época en que el vermú se volvió un hábito local de mano de los inmigrantes. Ahora en esas mismas paredes cuelga una serie de afiches que rememora la gráfica argentina de esos años, creados especialmente por Florencia Capella y Martín Laksman, la dupla encargada de desarrollar la imagen de La Fuerza desde sus inicios. “Trabajamos junto a los chicos desde los inicios del proyecto. Hay una influencia muy fuerte de las vanguardias en la ilustración y gráfica. Nos basamos en estos estilos tipográficos para la creación del logo, el desarrollo de la botella y la gráfica aplicada al bar, tanto en las tipografías corpóreas de la fachada como en el logo en mosaicos en el fondo de barra, que responde a este concepto de bar de esquina bien porteño y heredero de la tradición de inmigrantes”, cuenta Florencia. “Además, para las gráficas desarrollamos personajes que buscan mostrar diversidad, con mujeres muy fuertes. Buscamos no reproducir imágenes heteronormativas”, agrega. Su mirada sin dudas fue fundamental.

En este bar se percibe la fuerza de compartir, y eso nos encanta: La barra, la vereda, la botella del vermú, la soda, el octolet de ingredientes. Compartir con amigos, con familia, con enamorados. Una mezcla de gente diversa y de todas las edades atraída por una misma fuerza: la del bar de barrio, la de nuestros abuelos tomando el vermú con soda, la memoria emotiva que nos atrae al eterno vermú con papas fritas y... good show!

La Fuerza, Dorrego 1409 esq. Castillo. Mar a Sáb desde las 18hs.

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