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  • Por Oliverio

MATEO GIORDANO

Mateo Enrique Giordano fue probablemente uno de los vecinos más apasionados que haya tenido Villa Crespo. Conocedor y narrador de extrañas historias sobre el barrio donde se crió y vivió, “Cacho Bohemio” -como lo llamaban sus amigos- fue además socio fundador de Atlanta y tenía un puesto de juguetes antiguos en el Parque Rivadavia, sobre las calles Rosario y Doblas. Su amigo Oliverio, vecino y lector de AVC, le rinde homenaje y nos cuenta quién fue este sabio y cálido personaje de Villa Crespo.

HA MUERTO MI HÉROE


En memoria de Mateo Enrique Giordano

(Cacho Bohemio de Villa Crespo)

9 de septiembre de 2015


Ha muerto un buen hombre, un buen amigo, el consejero, el escuchador, el sabedor de lugares, el conservador de la bohemia porteña, el disfrutador de la cultura del pesto en la rodaja de pan o los fideos, el enólogo sin diploma, el ferviente hincha del Atlanta de su corazón, el buen vecino de su Villa Crespo que lo vio nacer, el narrador de las mil historias de las costumbres humanas, el hombre del reto sin anestesia... y también el ayudador a mano abierta, el hombre de cine, el apasionado por la fotografía antigua y sobre todo, el niño grande, ese niño (y sus juguetes) que nunca dejó de ser. ¡Qué enorme espacio queda vacío ahora! Lloro porque murió mi héroe, el que con estoicismo me mostró cómo se templan los hombres frente a la adversidad. El héroe discreto, el que encontraba la luz en el camino oscuro, el que inventaba un mañana mejor, y nunca escatimaba en ilusiones. Ese buen hombre ha muerto hoy. Lloro por su ausencia. Pero sobre todo, lloro porque la vida de los que quedamos y el barrio mismo, sin nuestro Cacho Bohemio, ya nunca será igual.

Como dice el poema del prócer argentino: “No canto loas por tus obras. No hace falta. Hablarán por sí solos los retoños de tu ser que incansablemente pusiste en cada uno de nuestros corazones. Salud amigo. Hasta pronto!”

OLIVERIO

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