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  • Por Lucila Ferrini *

HOMEOPATÍA VETERINARIA


Me recibí de veterinaria totalmente convencida de que quería seguir por la rama de los caballos deportivos. Por suerte conseguí un trabajo en un reconocido club de salto y así comencé a atender a mis pacientes. Pero la realidad es que no me terminaba de convencer la forma en que se trataban los animales. Así inicié mi carrera como homeópata al año de recibirme, hace ya 10 años. ¿Por qué homeopatía? La respuesta es simple: porque funciona. Y además de eficaz no tiene efectos secundarios. ¿De qué se trata? Es una terapéutica, es decir, una forma de realizar un tratamiento. Se basa en el principio de la similitud de Hipócrates: “lo similar cura lo similar”. Fue descubierta por un médico alemán, Samuel Hahnemann en 1796, originalmente para la salud humana y hace más de 30 años que es utilizada en el país para nuestros animales. Los medicamentos homeopáticos provienen de los tres reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral. Actualmente existen más de 3000 cepas de medicamentos homeopáticos y cada remedio lleva una pequeña cantidad de principio activo, conocida como “dilución”, lo que varía de acuerdo al efecto que se desea conseguir con el tratamiento. En la consulta se me presentan dos tipos de pacientes: animales con enfermedades crónicas graves que la medicina convencional no pudo curar (alergias, cáncer, artrosis); y animales cuyos dueños ya se atienden con homeopatía y desean lo mismo para sus mascotas. Haciendo frente al primer grupo, vale aclarar que casi todas las enfermedades se pueden tratar con homeopatía. Esto se debe a que la misma trata enfermos y no enfermedades. Cuando la energía vital se desequilibra (por virus, bacterias, estrés, mala alimentación, etc.) aparece la enfermedad. La homeopatía ayuda a nuestro organismo a encontrar la curación por sí mismo. A su vez, el cuerpo tiene “memoria” (ej: la varicela solo se tiene una vez en la vida, luego se genera inmunidad) por lo que, si estimulamos la autocuración con homeopatía, nos volveremos menos susceptibles a enfermar. Es necesario tener en claro que el tratamiento puede no dar los resultados esperados inmediatamente. Por esta razón, se busca generar una simbiosis entre el médico y el “intérprete” del animal para poder llegar a los resultados esperados por ambos. Durante este tiempo he ido encontrando más y mejores aplicaciones para mis pacientes; tanto es así que hoy, para mí, la medicina alternativa es la tradicional y mi primera elección es siempre la homeopatía. Y como dijo un ministro francés hace más de 150 años: “Nació en 1790 y aquí sigue, ¿se animan? Sus compañeros de ruta se lo van a agradecer”. * Médica veterinaria homeópata (M.N. 8226) lucila_ferrini@yahoo.com.ar

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