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  • Por A.S.

13 años de CASA BRANDON


El corazón de Brandon es inmenso. Un corazón que crece y se ensancha sin pausa desde 1999, y que hace exactamente 13 años aterrizó en una casita en el barrio donde se siguió amplificando, empujado principalmente por Lisa Kerner y Jorgelina De Simone, que juntas fueron capaces de tanto, tanto.

La historia es así: Lisa y Jor eran novias. Un día del año 2000 fueron a ver la película «Los muchachos no lloran» y quedaron marcadas por la historia de Brandon Teena, el caso real de un chico trans asesinado en Estados Unidos víctima de un crimen de odio. Por esos años, encontrar un lugar para salir donde pudieran ser ellas mismas y que fuera además un lugar que les gustara no era fácil. Como ese lugar no existía, lo inventaron. Así nacieron las míticas fiestas Brandon Gay Day. Violeta Uman se sumó a la aventura y juntas armaron un power trío que llevó «lo gay» (porque para ellas «gay» incluía entonces todas las disidencias) a un lugar nuevo donde la libre expresión de la sexualidad era una fiesta, un orgullo y gay la alegría que lo movilizaba.

La primera fiesta fue un 17 de mayo de 2000 en un lugar llamado Cápsula (fecha en la que, oh! casualidad?, se recuerda que la homosexualidad fue excluída en 1990 de la lista de enfermedades por la Organización Mundial de la Salud y pasó a ser el Día Internacional contra la Homofobia).

En esa época las conocí. Las Brandon eran mis fiestas favoritas. Ahí bailé como nunca con mis hermanas, con mis amigxs, me puse de novia y escuché a Miranda y a Leo García cuando recién arrancaban. Siempre había buena música y no faltaban la poesía y la performance. En Brandon había diversidad y eso era hermoso.

Me acuerdo de que con un amigo, con quien vivíamos en Julián Álvarez y Padilla, armamos para una Brandon un especial de música y video homenajeando el año 1982. Él era el Dj y yo me encargué de armar un compilado con fragmentos de pelis de ese año para proyectar en la pista. Fui al videoclub que existía por entonces en frente de casa (me acuerdo alquilar ET, Blade Runner, The Wall, Thriller), y estuve varios días pasando videos de una VHS a otra para armar el videoclip. Sepan disculpar la disgresión personal, sucede que Brandon caló hondo en quienes de algún modo fuimos parte, y más allá de la emoción que suscita el recuerdo, con esto quiero destacar que siempre fue un espacio que no se encerraba en si mismo, sino todo lo contrario. Invitaba a ser parte, invitaba a crear.

Las Brandon Gay Day fueron desde el inicio una plataforma vital de activismo con identidad propia. Del mismo modo en que tomaron la decisión de que no hubiera espacio VIP -algo tan naturalizado en algunas fiestas-, también se ocuparon de que siempre hubiera lugar para el arte y el intercambio de ideas. A través del «artivismo» y guiadas por sus propias convicciones, ayudaron a repensar los modos establecidos y a promover una sociedad más justa e igualitaria.

Las fiestas siguieron creciendo y años después, ¡también un 17 de mayo! pero de 2004, Brandon abrió su sede en Villa Crespo. Casa Brandon, la casita, la casa rosa que muchos vecinxs ven con intriga al pasar por la calle Drago. Un espacio único, amplio y diverso que promueve el amor, la visibilidad y el respeto. Un lugar que está en constante agitación y que está «para ser batalla y tregua, para cuestionarnos, contradecirnos y encontrarnos». Tiene un espacio que es galería de arte, una biblioteca e, incluso, un proyecto editorial incipiente desde el cual lanzaron «Gordx el que lee. Lecturas urgentes sobre disidencia corporal y sexual» en conjunto con la editorial La Mariposa y la Iguana, con textos que forman parte del recomendadísimo ciclo del mismo nombre que nació y funciona allí.

Entre los momentos memorables que sucedieron desde entonces, Lisa recuerda un homenaje a Miguel Abuelo y otro a María Elena Walsh, donde varies artistes tocaron sus canciones. También el momento en que conocieron a Susy Shock, artista que hoy forma parte del elenco estable de la casa. Hace unos pocos días, el director John Waters pasó por Casa Brandon cuando estuvo de visita para el BAFICI. Sí, el que sabe, sabe.

Así que vecinxs, es hora de animarse, es hora de dejarse abrazar. Porque la casita es amor compartido, un punto de encuentro con una agenda súper diversa que explota de ciclos con cine, teatro, lecturas, música en vivo, presentaciones, muestras, charlas y debates, ferias y festivales. Y no olvidemos las fiestas, que siguen haciéndonos bailar después de 18 años ininterrumpidos.

El año pasado Jor se despidió de este mundo, y para Lisa despedir a su amiga del alma, a su gemela fantástica, le significó rearmarse poco a poco para seguir adelante. Pero #JorEver estará siempre presente, en cada latido de Brandon, en todes lxs que la conocimos, en cada camino que Lisa toma para seguir pensando ideas que ayuden a «transformarse en cada cosa que nos haga sentir mejores y más libres». Brandon también es eso, un dolor que puede transformarse y seguir construyendo si hay amor, arte y fiesta, con amigues y una casita donde ser feliz al menos por un rato.

En mayo, Casa Brandon se prepara para el gran festejo gran de sus 13 años en el barrio y son taaan pilas que la previa de los festejos ya empezó hace rato.

Brandon por la Igualdad/ Equidad de Derechos y Oportunidades Asociación Civil y Cultural, Drago 236. Toda la programación está en brandon.org.ar.

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